Mariano Mores

Tenía 98 años y según escribió su nieta más famosa, Mariana Fabbiani, ella pensó que era eterno. No fue la única. En Mariano Mores, una leyenda, se unen los tangos inmortales que son la música de identidad de los argentinos. Nada menos. Con Enrique Santos Discépolo compuso “Cafetín de Buenos Aires” y “Uno”. Con Cátulo Castillo, “El firulete” y “El patio de la morocha”, Con Contursi “En esa tarde gris”, “Grisel”. Y ni hablar de ese primer tema que lo llevo al estrellato “Cuartito Azul”, o “Taquito militar”, “Adiós pampa mía”, «Cristal». Lúcido, amante de los grandes espectáculos, famoso en el mundo, siempre listo para la anécdota, trabajó como actor en varias películas argentinas.
Creó una verdadera dinastía de cantantes, sufrió lo peor, la muerte de su hijo. Tuvo lo más grandes halagos. Vivió un gran amor junto a Myrna, una de la hermanitas Mores que le regalo su apellido artístico. Admirado, aplaudido, premiado. Nos regalo su talento, como lo hacen los elegidos.

Y yo q pensé que eras eterno… Mi súper hombre. Hubiera querido tenerte toda la vida conmigo. Y te fuiste nomás.. Y donde sea que llegaste se que arrancó una fiesta. Con tus hermanos. Con tus amigos del alma. Con tu hijo y el amor de tu vida que hace un tiempo ya te vienen esperando. Y seguro estarás al piano… Llenándolos a todos de tu talento , de tu música, que sí eternamente vivirá. Grande entre los grandes. Héroe de mi vida. Hombre de roble. Tu sencillez y tu don serán mi inspiración siempre. Gracias por los juegos. Por los consejos. Por la alegría. Por tu poderosa fuerza. Cómo te voy a extrañar.. Abuelito… Maestro…. Buen viaje. Nos hablaremos a través de tu música. Siempre. ?❤️ GRACIAS

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