La mirada de Eugenio Canevari, director y guionista, pone en primer plano muchas cuestiones con respecto al rol de una mujer joven, sin recursos, en tremenda desigualdad de posibilidades. La Paula del titulo trabaja como empleada de un matrimonio de estancieros, que se desentienden de sus hijos. Por eso, ella debe estar pendiente de ellos y esa dedicación hace que deba aclararles que no la llamen “mama”. La discriminación no solo se nota en los roles, sino en el lenguaje que utilizan esos empleadores, en especial las mujeres del grupo social. Pero se evidencia dolorosamente cuando la protagonista embarazada quiere practicarse un aborto y el único impedimento es económico. Una historia de tocar fondo y encontrarse sin salida. En un ámbito rural lejos del ideal bucólico donde la indiferencia, la crueldad y el desprecio estan a flor de piel. Bien actuada y ambientada. Un film valioso.