En esta época en que hace furor Pokemon Go, esta película se mete con un juego en línea con transmisión en vivo, donde los que aceptan pagan por ser observadores o son jugadores que ganan dinero pero arriesgan sus vidas en pruebas cada vez mas difíciles, con desafíos que trabajan con los miedos personales, con datos sacados de las cuentas de los participantes. Para los memoriosos están los juegos de rol que implicaron suicidios y asesinatos en EEUU y España por ejemplo. Pero en este caso, se toma como base a un público adolescente (aunque los protagonistas Emma Roberts y Dave Franco ya están un poco creciditos para esos papeles) que se pliega sin reservas al juego en una Manhattan muy bien fotografiada y con ritmo vertiginoso. Hacia el final una moralina con la privacidad en un mundo poco preocupado por el anonimato y que comparte casi todo en las redes sociales. Entretiene.