Basada en un hecho real ocurrido en Bulgaria, y filmada en los mismos lugares donde ocurrieron los hechos con participación de los vecinos del lugar. Los directores y guionistas Kristina Grozeva y Petar Valchonov decidieron hacer un thriller muy bien construido y demostrar, como en una parábola moral que pasa cuando alguien se siente en una situación sin salida y contra todos sus principios puede convertirse en un delincuente. En este caso una maestra que descubre que en su clase hay un ladrón y trata de descubrirlo para darle una lección. Ella descubre que le están por rematar la casa porque su marido no pago la hipoteca como estaba planeado y necesita conseguir el dinero en tres días y cuando todo falla se involucra con prestamista peligrosos. La tensión es permanente, hay cuota de humor negro y acumulación exacerbada de acontecimientos dolorosos y pueriles que machacan ya sobre una situación grave, casi sin necesidad.