EL ESPECIAL DE A&E SOBRE ESTREMECEDORES CASOS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES ASESINOS

Este documental, que cuenta casos de asesinatos cometidos por jóvenes que sufrieron bullying e infancias duras, profundiza en las historias de vida de los homicidas a través de testimonios de los propios asesinos, de sus familiares y los de las víctimas.

A&E presentó este especial de dos horas de duración que estrenó este miércoles 21 de junio a las 20hs. DEMASIADO JOVEN PARA MATAR ofrece un estremecedor y escalofriante regreso a trágicos casos a través testimonios de los propios asesinos –víctimas de bullying, acosos e infancias duras-; relatos de los padres, hermanos, familiares y vecinos de las víctimas y de los jóvenes asesinos; declaraciones de los fiscales, oficiales de policía, forenses, psiquiatras, investigadores, periodistas, entre otros, que no sólo exponen estos espeluznantes y terribles hechos, sino que profundizan en las historias personales de estos jóvenes y los motivos y causas que provocaron que cometan estos crímenes.

Además de los testimonios, el especial cuenta con material fotográfico, filmaciones y grabaciones de primera mano tanto actuales como de la época en que se cometieron los crímenes y sobre cada hecho que abordan.

LOS CASOS

ERIC SMITH (13 años)

1993 en Savona, Nueva York, un pequeño pueblo de 900 habitantes en los que toda la comunidad se conoce y en la que un 2 de agosto se reporta la desaparición de un niño, Derrick Robie. Horas después, la policía lo encuentra muerto. Derrick había salido por primera vez a realizar un recorrido que habitualmente hacía con su madre Dori. Desafortunadamente se cruzó con su asesino, Eric Smith, de 13 años, un niño que sufría bullying en el colegio y que además sufría constantes demandas de su padre no biológico. Eric confesó a la policía y se entregó y los investigadores aseguran que, de no haber sido así, este caso jamás hubiese sido resuelto y aún estarían buscando al responsable del asesinato de Derrick. Eric fue condenado en 1994 a cadena perpetua por asesinato en segundo grado. Sin embargo, desde 2002 ha sido elegible para cumplir con libertad condicional, disposición por la que los padres de Derrick mantienen hoy en día su lucha.

NATHANIEL BRAZILL (13 años)

El 26 de mayo del año 2000 Nathaniel Brazill de 13 años decidió llevar el revólver de su abuelo a su colegio Lake Worth Middle School en Florida. Fue directo a encontrarse con su reciente novia, de su misma edad, quien en ese momento estaba en clase con el profesor Barry Grunow. Ante la negativa del maestro para que Nathaniel pueda ver a su novia, el joven sacó el arma del bolsillo y le disparó, ejecutándolo frente a todos los alumnos. “En ese momento me sentí frustrado. ¿Cómo me iba a decir que no?”, dice Nathaniel 16 años después del crimen. El joven, quien en un primer momento escapó, fue puesto bajo custodia y en 2001 fue acusado de asesinato en segundo grado con arma de fuego y sentenciado a 28 años de prisión.

DANIEL PETRIC (16 años)

Los Petric, una familia compuesta por un padre, una madre y tres hijos. Daniel Petric es uno de los hijos de Susan Petric y Mark Petric, un pastor. A pocos años de cumplir 16 años, Daniel le confesó a su papá que quería alejarse del cristianismo, de Dios, de la Biblia y que quería dejar de ir a la Iglesia. Tras sufrir un grave accidente que lo dejó paralizado y por lo que no pudo jugar más al fútbol americano, deporte que practicaba habitualmente en su escuela, Daniel comenzó a volverse adicto a los videojuegos luego de pasar mucho tiempo en su casa. Videojuegos cargados de temática violenta sobre tiros, asesinatos y muertes. Con una adicción cada vez más fuerte y la constante presión de sus padres cristianos para que dejara esos videojuegos, la noche del 20 octubre 2007, Daniel sentó a sus padres en el living de su casa. “En ese momento ya no los veía como mis papás”, asegura el joven 11 años después haberles disparado a sus padres, asesinando instantáneamente a su madre e hiriendo gravemente a su padre. A pesar de que el joven montó una escena colocando el arma homicida en las manos de su padre inconsciente para simular que él había cometido el asesinato, Daniel no fue creíble en su testimonio ante la policía. El joven fue condenado a 23 años de prisión por el hecho y en el año 2030, cuando cumpla 39, será elegible para la libertad condicional.

EVAN RAMSEY (16 años)

Bethel, Alaska. El 19 de febrero de 1997, Josh Palacios, un joven y prometedor basquetbolista de la escuela regional secundaria de Bethel y el director de escuela John Edwards fueron asesinados por Evan Ramsey, un alumno de 16 años. Evan, el del medio de tres hermanos, no conoció a su padre, quien fue a prisión cuando él tenía ocho años y vivió la constante lucha de su madre alcohólica por criarlos a los tres. Evan Ramsey además, sufría bullying en su colegio. “La aceptación en el secundario es difícil. El bullying fue una avalancha que se volvió cada vez más grande y decidí que tenía que hacer algo para demostrarles a las personas que estaba cansado de que me molestaran”, confiesa Evan 19 años después del asesinato de Josh y de John. Una tarde, Evan regresó del colegio y vió una escopeta en un perchero de su casa. Como no sabía utilizarla, se juntó con dos de sus mejores amigos, James Randall y Matthew Charles, quienes sabían de tiro y le enseñaron. En conjunto crearon una lista con aquellas personas a las que “debía hacerles pagar por el mal” que le hicieron. “Mi plan era dispararle a muchas personas y luego suicidarme”, recuerda Evan. El 19 de febrero de 1997 Ivan tomó la escopeta de su casa, la cargó y la colocó dentro de sus pantalones. Ingresó al colegio por la puerta principal y se dirigió a un grupo de chicos en los que estaba Josh, quien se levantó y posteriormente fue ejecutado por Evan de un disparo en el abdomen. Posteriormente, le disparó dos veces al director John Edwards. Evan fue condenado en 1997 a dos penas de 99 años de prisión y será elegible para libertad condicional en el 2063. James Randall y Matthew Charles no fueron penados ni condenados.

NATHON BROOKS (14 años)

Una noche del 8 de marzo de 2013, “típica como cualquier otra”, en Moses Lake, Washington, según recuerda Jon Brooks, padre del joven Nathon Brooks. Jon recuerda que se despertó súbitamente y vió a una persona en la habitación de su casa que le disparó a él y luego a su mujer Beth. Según sus padres, Nathon era un chico que le iba muy bien en el colegio y que las actividades le resultaban demasiado fáciles, por lo que se aburría y buscaba meterse en problemas y generar conflictos. Sus padres le reprocharon a Nathon su conducta y comenzaron a preocuparse por la salud mental.

“Me cansé. No quería tener más padres. Y me pregunté qué pasaría si les disparaba”. Esa noche del 8 de marzo, Nathon tomó el revólver de su padre, fue a la habitación de Jon y de Beth y les disparó a los dos. Las cámaras de seguridad de la casa de los Brooks registraron el momento en que Nathon pasó por una habitación del hogar con un arma de fuego en la mano y se dirigió hacia el segundo piso de la casa, donde está la habitación de sus padres. Nathon fue condenado a 16 años de prisión por doble intento de asesinato y cumple su condena en el centro de rehabilitación Green School. Cuando Nathon cumpla 21 será trasladado a una prisión de adultos para cumplir los 8 años restantes de su condena.

Mirá el trailer de la serie «MUY JÓVEN PARA MATAR»

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