Dirigida por Fernando Cricenti, con un guión que realizo con Ezequiel Tronconi y Roberta Superstar, es una de esas comedias delicadas, delirantes, tragicómicas, frescas que no deberíamos dejar de ver. Desde el vamos la pareja protagónica es un acierto. Por un lado un típico “perdedor”. Sin pareja, sin aparente gracia, deambula por la ciudad buscando consuelo. Hasta un taxista verborrágico lo arrastra a una aventura con amigas y queda varado en un suburbio. Lo demás es tratar de conquistar a alguien sin suerte para nada. Ella esta harta de su novio y finge estar en un nevado sur, trucando fotos, y encerrada en su departamento. Se oculta en la ciudad, tiene encuentros con amigas que la arrastran a compras y paseos. Los dos se cruzan, cuando ella esta empeñada en seguir a su novio para descubrir sus movimientos y su vida oculta. Absolutamente queribles esta pareja de angustiados caminan sin descanso, escondidos por follajes y paredes, juntos en una aventura que los termina acercando al descubrimiento, al inicio de un amor que de golpe los transforma en personajes alegres, seductores, “ganadores”. Aún en los respectivos cruces con sus “ex”. Tanto Ezequiel Tronconi como Sofía Reca dan en la cuerda justa de esos personajes que no pueden quedarse quietos, puro nervio y ansiedad. El tono de la comedia amable, con hallazgos, nunca pierde la frescura en situaciones que los envuelven en el mejor humor. Acompañan muy bien un elenco de jóvenes y talentosos: Alal Sabbagh, Anita Pauls, Julián Kartun, Paloma Contreras.
VEREDAS
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