La opera prima de Oscar Frenkel, que se basa en la novela homónima Pablo Ramos, autor también del guión. Esta ambientada en Sarandí, a la vera del río. El primer desafío del director supuso un casting de búsqueda intensa. Y la selección de ese grupito de seis chicos y una chicha es un acierto. Todos de Avellaneda, de once años, los protagonistas del film. Una barrita de amigos que saborean su libertad y que, de a poco, descubrirán que la transición entre la infancia y el crecimiento supone dolores, frustraciones y olvidos de los amigos que uno suponía para siempre. Entre los logros del director están esas escenas bien actuadas, con frescura, con climas adecuados y acción en sus aventuras y desafíos arriesgados. Pero el guión peca por citar párrafos enteros relatados, en vez de actuados, con mucha voz en off, un recurso que cansa y corta la acción, un enamoramiento de la literatura leída. Sin embargo en el relato, lo que les ocurre a esos chicos tiene originalidad, situaciones reconocibles, reflexiones adecuadas y belleza melancólica.