Se inscribe en una tendencia en alza que es la llegada de películas de contenido religioso, para aquellos creyentes fervientes que se interesan en cuestiones de fe, sus argumentos y falsedades. En la historia un periodista joven y ascendente entrevista a un hombre que asegura ser nada menos que “Dios” y a lo largo de sus encuentros los interrogantes y las respuestas de fe se suceden más que un argumento fílmico. La ventaja es que esta película tiene como lujo al actor David Strathairn, y esta realizada por un experimentado director de televisión (“Weeds”, “NCIS: Los Angeles) que eleva la media de estos tipos de género con destino para un público específico.