La película dirigida por Marcelo Martinessi, responsable de lograr que un filme paraguayo sea seleccionado para el festival de Berlín donde cosechó dos importantes premios, en otras muestra ya lleva acumulados treinta premios, además de ser seleccionado por su país para representarlo en la pretensión del Goya y del Oscar. El tema que eligió el realizador en un “mundo de mujeres” en un país atravesado por una cultura patriarcal y conservadora, machista y cerrada, es la relación de dos mujeres en sus sesentas, lesbianas, pareja desde hace muchos años frente a hechos que sacuden sus vidas. Esa pareja de mujeres, sin pasión pero con compañerismo, afrontan la decadencia económica: deben vender sus lujosas pertenencias para sobrevivir y para afrontar los gastos de un abogado porque una de ellas, por incumplimiento del pago de un crédito, estará presa algunos meses. La que queda en libertad será una remisera de lujo para sus amigas de la sociedad, con mejor pasar económico. Todas ellas prejuiciosas, hasta homofóbicas en sus conversaciones. Pero Chela, (interpretada muy bien por la premiada Ana Brun) vivirá una experiencia liberadora. Redescubrirá el deseo y el placer y ya nada será igual en su vida. Con un sutil poder de observación, con el conocimiento profundo de sus personajes y por sobre todo con una mirada humanista y piadosa para estas señoras encerradas en sus mitos y prejuicios, el film se alza conmovedor, sutil, revelador. Y también imperdible.