Es una película de animación que viene de Brasil, de los famosos estudios Startanima y del consagrado director Rafael Ribas. En su factura técnica a base de colores vibrantes es una muestra de lo bien que funciona esta industria en Brasil, que nada tiene que envidiarle a otros productos de los grandes empresas del mundo. Sin embargo el tema es distinto con el argumento. Tiene un comienzo muy prometedor al contar la vida difícil de un joven muchacho que decidió ganarse la vida, con poco resultado económico y afectivo, disfrazado del gato del título. Un trabajo que le recuerda su infancia llena de abusos de autoridad de parte de sus compañeros, de niños que le hacen la vida imposible en las fiestas infantiles que anima y así un rosario de dolores pasados y presentes que pretende cambiar por arte de magia. La visita a un mago torpe produce el efecto contrario en su vida y en la película. Después de ese comienzo prometedor y ya transformado en gato, corrido por la policía por obra de un amigo ladrón, con una niña que lo ama y el ilusionista torpe, el film se transforma en una recopilación de lugares comunes para lograr ser humano otra vez. Policías torpes y escatológicos, persecuciones, búsqueda de un sortilegio en un zoológico y en una reserva indígena. Una segunda parte más convencional. El resultado final si bien tiene ese problema resulta entretenido para los mas chicos.