La tercera y lograda película basada en los libros de Cressida Cowell significa el fin de una trilogía que tiene un público fiel, que cuando termine de ver el film sentirá no poca nostalgia, como sus héroes, el humano y el dragón que ya crecieron y aprendieron la lección de la adultez. El protagonista que conocimos con un niño con mandatos asumirá el liderazgo de los suyos y el dragón que encontró, hará otro tanto, con el descubrimiento del amor incluido. Una vez que Hiccup logró la posibilidad de convivencia de dragones y humanos, una verdadera utopía que disfruta, un malvado vendrá a destruir su paraíso. Entonces tendrá que cumplir con la aventura de descubrir un sitio ideal que parecía un tema mítico pero revela ser un paraíso, un mundo escondido. A simple vista un volcán donde se vuelcan las aguas del océano, pero subterráneamente un sitio perfecto para ser un hogar de los dragones. Además de la cuota de aventura, el despertar de las hormonas del dragón protagonista y su conquista de “Light Fury” es uno de los momentos mejor logrados del film. Con Dean DeBlois coronando un trabajo que multiplico fans en el mundo, un rubro de animación cada vez mas perfecto y complejo, con grandes desafíos creativos, todo esta servido para un entretenimiento esperado que no defraudará a nadie y que se atreve a apostar fuerte para ser la preferida de las tres ( G.M.)