Es un film que recogió en el mundo los mejores elogios, entre ellos el llevarse el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y ser nominada (representando al Líbano) para Mejor Fim Extranjero para el Oscar. Es una muestra desgarradora de la miseria humana, mostrada a través de los ojos de un niño, un actor no profesional bello y conmovedor, acompañada por chicos y adultos que no son actores y cuyas vidas se parecen mucho a lo que muestra el film. Pero también ha generado no pocas polémicas, porque se ha acusado a la realizadora de manipular los sentimientos y de hacer una verdadera “pornografía” de la miseria. Nadine Labaki la misma realizadora de “Caramel” se sumerge aquí en los barrios más pobres de Beirut. Trabajó con un guión propio co- escrito con Michelle Kesrouani, Gerge Khabbaz y Khaled Mouzanar producida por este último, también autor de la música y esposo de Labaki. La historia se divide en dos partes. La primera muestra al protagonista en el seno de una familia numerosa y miserable, obligado a trabajar, protegiendo a su hermana que finalmente es vendida a su empleador, apenas menstrúa. Ese niño que terminará en la cárcel resuelve hacerles un juicio a sus padres que lo trajeron al mundo sin hacerse nunca responsables por él. Y una segunda y larga parte donde el chico que huye, va a vivir con una mujer africana, sin papeles legales y un bebe. Cuando ella es detenida, el protagonista queda a cargo de ese niñito. El filme muestra a ese mundo de pedófilos, ilegales, violentos, corruptos, traficantes de personas, en toda la dimensión del horror, con imágenes increíblemente duras, muy bien filmadas, con gran producción, pero también con algunos momentos de comedia y con esos niños de increíble magnetismo frente a la cámara. Imágenes arrolladoras que la directora utiliza como un cine de ideas contundentes y discutibles. Con la buena intención de agitar conciencias dormidas o que se niegan a entregarse a esa emoción que llega incontenible. Estructurada como una mezcla de documental y melodrama Aun para coincidir o discrepar hay que verla.