Película para toda la familia, donde la protagonista, que es la que cuenta el relato, es una perra adorable, que sortea con éxito los peligros, que no se come ni a una ardilla ni a un conejo que persigue y se salva de no pocos problemas. Ninguna señal de alerta para los que no soportan las crueldades de animales. Suficientemente edulcorada como para ir directo al corazón y las emociones, sin ningún disimulo, con todos los clichés del género. Es básicamente una perrita que recorre casi 644 kilómetros para regresar a su casa. Por una ordenanza de Denver sus dueños la llevan lejos, a la casa de unos familiares. La perra, aunque bien tratada solo quiere regresar a su casa y emprende el viaje sola a través del estado de Colorado, donde vivirá muchas aventuras. Integrará una banda de perros callejeros pero con hogar, hará buenas migas con un puma (creado por CGI), enfrentara a unos lobos, sobrevivirá a una avalancha y siguen los obstáculos. Lo dicho, orientada para chicos del best seller de W. Bruce Cameron, adaptado por el y Cathryn Michon, con la dirección de Charles Martín Smith que dejó al delfín Winter por esta perrita.