Un elenco de lujo en un drama familiar donde la madre de la familia sucumbe bastante rápido a los efectos del mal de Alzheimer y quienes la rodean deberán tomar decisiones drásticas, porque ella no solo pierde parte de su memoria sino que se escapa, frecuentemente, poniendo en peligro su integridad. Lo que se presenta como un drama familiar grupal, un padre y sus dos hijos, se corre de eje para centrarse en la hija de esa madre enferma, que tiene que ponerse a tono, y aprender, quizás por primera vez en su vida, que puede tomar su destino, y el de los demás, por su propia cuenta. El eje de la enfermedad de la matriarca de la familia, una especialista en males de la tercera edad, se corre, en este libro y bajo la dirección de Elizabeth Chomko pone foco en el carácter de una joven mujer, con problemas en su matrimonio y con su propia hija, con demasiadas cuentas pendientes en su haber. A diferencia de otras películas sobre este tipo de problemas, con la enfermedad en segundo plano, utiliza el humor como para alivianar el tema y disimular esa tentación de caer en escenas puramente lacrimógenas. Lo mejor del film es el elenco: El trabajo siempre profundo de Hilary Swank, Michael Shannon en la composición del hermano que siempre se hizo cargo de sus viejos, la emotiva composición de Robert Forster con el empecinamiento del marido que sostiene “la normalidad “de su esposa, una manera de defender su propio mundo, y la liviandad querible que Blythe Danner que le imprime a su labor.