Sorpresa, obstinación de la memoria, el horror sellado en nuestra mente para siempre, el detalle que destapa una verdad oculta, la ciudad y sus pasajes secretos. Todos temas de un documental realizado con gran perfección técnica, con un suspenso y un compromiso muy bien logrados. Cuanto puede el diseño de una baldosa recordado como puerta al horror, para que alguien se encuentre en un laberinto de Buenos Aires con la verdad más terrible. Y cuanto hace por la memoria el compromiso constante. Lo azaroso y el método. La casualidad y el cruce con quienes asumieron una labor a través de los años. Con el recuerdo y la justicia. Un caso que sirve como testigo de muchos. La filmación de un clip de Fito Paez en una galería (Pacífico) en plena reforma para convertirse en shopping y un hombre frente a su destino, con la significación de lo colectivo. Realizado por Oriana Castro y Nicolás Martínez Zemborain.