Maximiliano González completa con esta película la trilogía que inicio con “La soledad” y “la Guayaba, donde el hilo narrativo es la problemática social de las mujeres en la provincia de Misiones. Aquí el foco esta puesto en la adopción legal y los dilemas morales entre la pareja adoptante, especialmente de la futura madre, y la relación fugaz pero intensa con la mamá biológica. Para el matrimonio de María y Daniel todo este viaje supone una revisión de sus dudas y los secretos de su relación. Están juntos en la decisión más importante de sus vidas. Pero el mismo día en que conocen a la bebé que legalmente ya es su hija, su madre biológica se presenta arrepentida, o dolida. Habrá que esperar una larga noche para saber si al día siguiente su decisión de darla en adopción sigue en pie. Una noche para recordar y preguntarse, buscar e interrogarse. Elena Roger inspirada para darle vida a esa madre en potencia, una protagonista con todas las dudas a flor de piel. Javier Drolas, un gran actor de nuestro cine, le pone la cuota de emoción y acompañamiento. Y Cecilia Rosetto se luce en una participación especial. Una mirada nada convencional sobre el tema de la adopción y como telón de fondo no solo las carencias de un pequeño pueblo, sino también la amenaza de una evacuación si la lluvia constante, real y metafórica, no cesa.