Una muy entretenida comedia que nos muestra un mundo cultural distinto pero tan esencialmente humano que lo hace reconocible y entendible. La película escrita y dirigida por Manele Labidi ( su debut como directora en largometraje), llega, según sus propias palabras como un homenaje a la tierra natal de sus padres y una mirada especial a los que ocurrió en Túnez luego de la revolución del 2011, tras décadas de dictadura. Por eso en el argumento una psicoanalista formada en Paris, que vuelve a su país, y que comienza atendiendo en un departamento que es la terraza del edificio, se encuentra con una clientela que necesita hablar y hablar después de tantos años de silencio. La pintura de una sociedad que no entiende de que se trata el psicoanálisis, los prejuicios, reparos, críticas y entregas son conmovedores y divertidos. Como inteligentes las observaciones sobre la corrupción y el autoritarismo residual.