Es una película pequeña, profundamente conmovedora, que sigue el itinerario emocional de una niña de 9 años en el entorno rural irlandés. De hecho es la primera producción de ese origen y ese idioma que compite como mejor film internacional por el Oscar. Y apoyado y “promocionado” por muchos famosos de Hollywood que expresaron su entusiasmo y necesidad de ser tenida en cuenta. Esa nena que vive dentro de una familia ruidosa, con muchos hermanos, con una madre malhumorada que encima espera otro hijo y un padre rudo, holgazán e infiel, se refugia en el silencio y la soledad para soportarlo todo. Una tremenda timidez por la que en el colegio la apodaron rara y la desprecian. Un estoicismo para soportar las quejas a viva voz en la casa familiar cuando no puede evitar hacer pis en la cama. Cuando su madre le comunica que pasara el verano con familiares lejanos y acomodados ella obedece. Y en ese hogar donde se le pide que no haya secretos descubrirá lentamente lo que significa vivir en el amor de una familia, ser querida. Aceptada y amorosamente cuidada.El trabajo de la protagonista Catherine Clinch y la sesibilidad de la directora y guionista ( sobre un cuento de Claire Keegan) más los perfectos rubros técnicos, convierten a la película en encantadora, con su peso emocional contundente. La familia que recibe a la niña tiene en su haber un recuerdo en carne viva y una vecina chismosa lo revelará de manera brutal. Pero para la chica que elabora vínculos preciosos con la mujer y el hombre de la casa, fuera de cualquier sentimentalismo, queda el descubrimiento de sentimientos profundos que llevara para siempre en su corazón, aún cuando regrese a su casa natal. Composición de detalles reveladores y grandes trabajos de todo e l elenco. Una película que nos hace bien.