Una trama simple sin trampas de las habituales cuando la acción se traslada al fondo del mar. Dos hermanas parecen cumplir con un ritual anual, bucear en mar abierto, en completa soledad. La mayor parece la más precavida, preocupada por la seguridad que revisa equipos y tanques de oxigeno una y otra vez. La menor parece la más entusiasmada y confiada. Rápidamente todo ocurre. A poco de sumergirse un temblor precipita cascotes y la más experimentada queda atrapada. Dos estrellas alemanas son las intérpretes., Louisa Krasej y Sophie Lowe. La atrapada guiará con calma a su hermana presa del pánico para poder liberarse. Se le agradece al director Maximilian Erlenwin de no caer en lugares comunes de bichos asesinos en aguas profundas. Acá se trata de los errores y el tesón de una de ellas, de la introspección obligada de la que nada puede hacer y mientras esperan se rebelan no pocos secretos familiares, con un padre cruel incluido. Bien realizada, mantiene el suspenso y cierta cuota heroica y tensa.