En su debut como directora de cine la italiana Giulia Louise Steigerwalt, formada también en EEUU, nos brinda en su doble rol como guionista, historias de descubrimientos con protagonistas de distintas edades, relacionados entre sí. Un par de amigos preadolescentes a punto de descubrir el sexo, donde están las mejores y más frescas escenas, dos amigas con maridos indiferentes e infieles o indiferentes, que frente a un preocupante diagnostico médico descubren sus verdaderos deseos, un doctor divorciado y deprimido que solo consigue hablar con una joven croata trabajadora sexual como única salida laboral. El comienzo de un amor frustrado por prejuicios machistas y el despertar de la solidaridad. Aunque se bordee lo oscuro y trágico la mirada es elegante y soñadora, como en las comedias hollywoodenses de antaño pero con su cuota de cierta modernidad. La sociedad italiana todavía está llena de machismos y tradiciones paralizantes. Muy buenos actores, situaciones bien planteadas, un tono que nunca se exagera y que evita casi siempre lo convencional, sin caer en el golpe bajo. El relato armonioso acorde con un género disfrutable, que solo pretende entretener.