Es un verdadero e inteligente delirio por un mundo psicodélico y digital, tal como lo define el director Tetsuo Lumiere, en un singular derroche de humor, mirada punzante, verdades incómodas, simpáticas e irritantes. Mientras el protagonista lucha con el abandono de la “mujer de su vida”, la pandemia lo aísla en Chile. El recurre a todo el repertorio del folletín del hombre que no puede estar solo, con una insistencia malsana, pero descubre una solución insólita. Por una aplicación, que increíblemente funciona, consigue la apertura de un portal donde todo es posible. Ahí no solo se desayuna con “verdades reveladas” sobre política, poder, ambiciones económicas, miradas absolutamente insensibles al devenir humano, sino que se topará cara a cara con el mismísimo coronavirus. Cualquier parecido con la realidad no es casual.