Es la historia real de un perro fiel, de raza Akita, que se transformó en símbolo de lealtad y fidelidad en Japón en los años 20. Y este film de producción china se jacta de ser lo más fiel posible a esa historia de un profesor que adopta a un perrito abandonado y que establece con él una relación entrañable de un afecto que es incapaz de transmitir a su esposa e hijos. Un hombre que fallece repentinamente y que su perro sigue yendo a esperar durante diez años desde la desaparición de su amo. Ya se filmó esta historia, de un perro que además tiene su propia estatua de bronce en la estación de Shibuya, donde esperaba al profesor. Pero se recuerda especialmente la versión de l987 de Seijiró Koyama y la de Lasse Hallström en el 2009 con Richard Gere y Joan Allen. Para ir con pañuelos. Es imposible no emocionarse con este perro que siguió esperando mientras le dio la vida el regreso de su querido humano.