El título original es como la canción que hizo famosa Frank Sinatra, “llevame volando a la luna” que estuvo tan asociada con las misiones Apolo, es perfecta para escucharla y dar en la tecla con lo que propone esta comedia protagonizada por la encantadora Scarlet Johansson y el petrificado Channing Tatum, que parece plastificado como un Clark Kent. La película juega con la idea de un verdadero mito y con los conceptos de verdad y mentira en relación al primer alunizaje. Algo parecido ocurre con los personajes, ella una verdadera estafadora capaz de sacarle jugo a las piedras, y él un rígido y moralista jefe de la Nasa que no pudo ser astronauta y carga con la culpa por la primera misión, que se cobro tres vidas. Entre el romance que tarda en cuajar pero funciona, entre los enredos de una idea loca con la filmación falsa, la seguridad nacional, y la verdad de lo ocurrido, tan parecido a la ficción. Hay momentos en que el sentido épico, tan naif a la distancia puede arruinar las ironías bien pensadas pero no significa que la película vuelque. No es perfecta pero entretiene con un encanto retro, con perfectos rubros técnicos que nos remonta a los tan lejanos sesenta. También se destacan Woody Harrelson y Ray Romano (Everybody Loves Raymond). Entretiene.