La acción transcurre en 1866, sobre el final de la guerra contra Paraguay, cuando el gobierno nacional ante la falta de voluntarios ordena secuestrar nativos y gauchos como soldados nacionales. En esa realidad vivida con angustia por los sectores populares, el joven protagonista, cuyo hermano fue llevado a la guerra, huye. Pero por partida doble. La necesidad de salvación se cruza con la leyenda (basada en un cuento de Leopoldo Lugones), que supone que matar un escuerzo es desafiar al mismo diablo. En ese desamparo se cruzará con ladrones y cuatreros, curanderos y militares en un entorno donde la naturaleza y sus sonidos solo traen amenaza y miedo. Un clima de terror e indefensión frente a monstruos desatados por los hombres y las creencias. Filmada en Córdoba, en Traslasierra con actores y actrices cordobeses y el protagónico del español Javier Pereyra.