El director y guionista Jeff Nichols se basa en las fotografías y anécdotas publicadas en 1968 por Danny Lyon de los “Chicago outlaws motorcycle club” Entre ese material muy bien reproducido por la fotografía del film y la tradición de las películas de motoqueros que tiene como símbolo máximo a un jovencísimo Marlon Brando en “Rebelde”, se ubica este film. La voz de una mujer, la esposa de uno de ellos (Austin Butler), se arma la historia de esa asociación de amigos, una verdadera familia hiper machista, cuadrada, de desprecio a la autoridad pero también a la cultura establecida, con ritos, fidelidades, trompadas y alcohol. Y como ese aspecto fraterno de pertenencia deriva en una violenta mafia marginal. Con muy buenos trabajos del siempre potente Tom Hardy, la profunda Jodie Comer y un Austin Butler que quiere correrse de su Elvis para afrontar otros desafíos. Gran elenco, con momentos muy logrados y una seductora nostalgia borrada por la violencia.