
Es un film que seduce, fascina y sorprende. Da la sensación de que el director Robert Zemeckis mas que la emoción de volver a reunir a su equipo de “Forrest Gump”, a Tom Hanks, a Robin Wright, su guionista Eric Roth y mas del grupo creativo, enloqueció con la idea de plasmar un prodigio técnico muy llamativo de la inteligencia artificial. Con la adaptación de la breve novela gráfica de Richard McGuire ideo una película que es más un experimento visual, ideado con una cámara fija que enmarca el paso del tiempo en la geometría inalterable de una habitación. El mismo director expresó que todo nació por su fascinación con lo que llama, las “historias invisibles” que habitaciones o espacios cotidianos que las contuvieron. Se trata de viñetas donde esos pasos en el tiempo van de la prehistoria, la extinción de los dinosaurios, los pueblos originarios, la esclavitud y varias familias que ocuparon la casa. Pero en especial la familia del personaje de Tom Hanks, sus padres, y el comienzo de una relación adolescente que concibió en ese lugar un hijo y los llevo a casarse a los 18 años, con Robin Wright. Un matrimonio tan joven instalado en la casa patriarcal. Y ahí se aplica los adelantos de la Inteligencia artificial de la empresa Metaphisic, que archivo muchísimas imágenes de Hanks y Wrihgt para transformarlos casi de inmediato mientras se filmaba, de jóvenes adolescentes a adultos mayores. Con una elasticidad y expresividad que es mucho mejor de la técnica utilizada por Martin Scorsese en “El irlandés” y que no deja de dar ciertos escalofríos sobre un futuro sin actores. Pero una vez que pasa la sorpresa de lo innovador y tecnológico solo queda, una serie de sucesos tan vistos y de lugares comunes de cualquier familia con el paso del tiempo con alegrías, frustraciones, duelos y festejos que tanto vimos. Los actores magníficos con esos personajes sin profundidad a los que ellos le ponen todo el esfuerzo (###)
COMEDIA DRAMATICA (Un fascinante experimento cinematográfico)