Una trama policial, que establece una buena intriga y tiene como telón de fondo nada menos que el tema de la trata. La gran ventaja de la autora de la novela Cornelia, Florencia Etcheves es que su experiencia en temas policiales, su especialidad por mucho tiempo, le da al relato la crudeza necesaria del tema, amen de una intriga muy bien armada. En la película, el suspenso subrayado en la realización, funciona con imágenes poderosas, un tanto lenta al principio, más intensa en la segunda parte y una conclusión un poco precipitada. Pero no quedan cabos sueltos. Uno de los grandes atractivos de la película, que tendrá seguramente gran repercusión comercial, es el elenco. Luisana Lopilato, construye pacientemente a su personaje, se despoja de todo glamour y le otorga a su mujer policía fuerza y verdad. Cumple con creces con su rol. (Si tiene éxito el film ¿estará la fantasía de continuar con su personaje?). Oriana Sabatini es una sorpresa, su hacker la muestra transformada y realmente eficiente en su trabajo, buen debut en el cine. Amaia Salamanca aporta frialdad y elegancia. Spregelburd y María Onetto en personajes secundarios que ellos engrandecen. El director cumple con la buena base del libro y con los buenos rubros técnicos en brindar un entretenimiento con un suspenso que mantiene la atención del espectador del principio al fin. Un cine industrial de calidad. Un lanzamiento de primer nivel y una intriga que se plantea con toda la inquietud que produce: un viaje de fin de curso, una estudiante que desaparece sin dejar rastros, una crónica dolorosa de la realidad que se agiganta con el tema de la trata de personas.