Para el rubro de un cine dedicado a los adolescentes, que aman los amores imposibles, las parejas divinas, las promesas de eternidad, los teleteatros almibarados. En este caso es la relación que nace entre una chica con una difícil enfermedad y el adolescente de sus sueños que cae rendido de amor por ella. La protagonista, una rubia bien elegida Bella Thorne, padece un mal genético incurable, Xenoderma Pegmentosum, que se caracteriza por una sensibilidad extrema a los rayos ultravioletas. Por esa razón vive aislada en su casa durante el día y se permite salidas al anochecer. Así, con su guitarra a cuestas y su linda voz conquista al galán de sus sueños. A partir de ahí, ella no le cuenta sus problemas, y transitan todos los lugares comunes de las comedias románicas, para el inicio de la relación con una situación de riesgo. Y cuando todo empeora el estará a su lado, como en un bolero, el incondicional. Si la cantante y actriz elegida da justo para los fines, el galán, Patrick Schwarzenegger, el hijo de Arnold y María Shriver, es perfecto para hacer suspirar a las chicas que seguro no se perderán este filme hecho a medida de su público: Una factura técnica impecable, imágenes de los íconos publicitarios y una cantidad de “dulzura” no apta para diabéticos.