El Vestidor, de Ronald Harwood, indaga de modo cruel, y al mismo tiempo piadoso, en el pequeño universo de un elenco teatral que está en gira en la Inglaterra de la segunda guerra mundial. Y como toda gran obra de arte, se convierte en una lúcida indagación de la sociedad. De esta, nuestra sociedad en crisis, donde el complejo tramado de su tejido permite advertir los más valiosos gestos de resistencia, de solidaridad, de obstinada defensa del bien, entrelazados con los más despreciables gestos de egoísmo, de sumisión, de indiferencia.
Quienes
Autor: Ronald Harwood
Versión : Fernando Masllorens y Federico Gonzáles del Pino
Elenco: Arturo Puig, Jorge Marrale, Gaby Ferrero, Ana Padilla, Belén Brito
Dirección: Corina Fiorillo
Música Original: Ángel Mahler
Diseño de Escenografía: Gonzalo Córboba Estévez
Diseño de Vestuario: Silvina Falcón
Diseño de Iluminación: Ricardo Sica
Diseño de Maquillaje y Peluquería: Sofía Núñez
Asistente de Dirección en Preproducción: Mercedes Torre
Asistente de dirección en funciones: Marcos Moriconi
Producción Ejecutiva: Sebastián Arcos
Producción General: Ángel Mahler – Leo Cifelli
Donde
Sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, Av. Corrientes 1660
Por qué sí
Porque como todas las buenas obras de teatro nos plantea grandes interrogantes. ¿De qué material se nutre la unión del consagrado actor shakesperiano en su decadencia con su fiel vestidor, que se aferró al divo como tabla de salvación? ¿Son dos o las caras distintas, de claridad y oscuridad intercambiadas de una misma persona? Son tantos los matices de esa unión y la de ellos con el resto de la compañía que todos los humanos nos vemos reflejados en ese mundo detrás de las luces, cuando todas las máscaras caen y quedan las verdades más dolorosas. Por eso es una obra para grandes actores que se entregan sin reticencias. Arturo Puig sorprende con la cantidad de recursos, con la ternura y la crueldad de un personaje que lo exige todo y él lo brinda con su mezcla de juglar servil y contenedor compañero. Jorge Marrale viste al divo de la desesperación existencial y las pinceladas de una vitalidad que se le escurre entre las manos. Un grande que se cae a pedazos. Las mujeres de la obra son un renglón aparte. Fuertes y frágiles. Gaby Ferrero como la esposa que se deja engañar porque no quiere afrontar la realidad. Ana Padilla como la conmovedora mujer que espero un gesto durante toda su vida, gran labor. Belén Brito como la encarnación de una esperanza de juventud. Un gran espectáculo.
En primera persona
Fragmentos de la obra