Marcelo Goyeneche autor del guión y también de la dirección de un documental muy particular. Cómo de manera para nada casual, un director se une a otro, y juntos se asocian para desentrañas como el arte hermana, debe ser transmitido para adquirir su dimensión y terminar haciendo un trabajo de registro encantador, entrañable y muy personal. Gracias a este trabajo conocemos a Bernardo Arias, en el final de su vida, obsesionado por concretar un film sobre arte, con una compañera que conoció a Evita en la escuela de enfermería, que fue un trabajador del cine en los estudios Luminton, en Sonofilm, asistente y director entre muchas otras actividades. Pero también accedemos al estudio del escultor Antonio Pujia, sus trabajos, sus clases, su intimidad. Y a la sensibilidad de Goyeneche (“Las enfermeras de Evita”,) para asociarse emotiva y cinematográficamente a estos hombres, a sus tiempos y pensamientos. El resultado es recomendable.