La directora Lía Dankser, define a su película como “una ofrenda” hacia el descubrimiento de uno de los mitos populares mas arraigados en el pueblo argentino. Basta con transitar las rutas de nuestro país para constatar que los lugares con altares y banderas rojas que honran al “gauchito Gil” se multiplican con insistencia, hasta convertirse en parte ineludible del paisaje. La película presentada en el Bafici 2013 ahora se estrena en el Gaumont y es una muy buena oportunidad de apreciar este trabajo minucioso. Son tomas realizadas durante mas de una década, en Mercedes, provincia de Corrientes. Es como dice la realizadora “una mirada sostenida de la construcción del mito”. Largos travellings que muestran lo que ocurre, y cada cosa persona, animal, detalle, la misma oportunidad envolvente, con distintos climas, distintas posibilidades técnicas. Los fanáticos, las marchas, algún ex combatiente de Malvinas, los chicos, las mujeres, los creyentes, los que lucran con el acontecimiento, el rojo en las ventas de souvenirs, en las vestimentas, en las capas, en el disfraz. La inteligencia de Dakser es darle también la oportunidad a los relatos anónimos que mezclan creencias, santos, prevenciones, instrucciones, vivencias, recuerdos, historias que pueden ser reales o inventadas. Todo ese mundo fascinante y único que ocurre con estos fenómenos populares difíciles de entender imposibles de no sentir.
ANTONIO GIL
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