DUMBO

Un elefantito que nace con orejas desmesuradas y es tratado como un monstruito distinto, el ámbito del circo con su colección de personajes extraños que no encajan entre los “normales” fueron el gran atractivo para que Tim Burton se sumerja en el mundo de Dumbo, el gran relanzamiento de Disney para sus mejores animaciones. (Ya se vienen “El rey León” y “Aladino”). Aquí con humanos, un gran elenco, y con la ayuda de CGI se recrea al animalito con ojos humanos y todo el encanto para atrapar a los más chicos. La superproducción está armada con un enorme despliegue visual. El viejo circo con problemas económicos que resurge de su crisis gracias al éxito del elefantito y la codicia de un poderoso empresario, una visión del capitalista salvaje, que lo obliga a asociarse a su gran empresa donde todo es posible, un imperio de la diversión a gran escala. Y ahí va a parar el dueño y los empleados del viejo circo para después encontrarse con la peor cara de la realidad. Esta estructura le permite a Burton mostrar el circo viejo con el encanto de antaño, su carpa, las paupérrimas condiciones de vida, el dueño con su vagón-vivienda, algunos animales verdaderos. Y luego contraponerlo al brilloso y sobredimensionado parque del malo, donde todo luce como un cuento de hadas, como una cáscara que posee su lado tenebroso. Collin Farrell es el protagonista, un hombre que regresa de la guerra con un brazo menos, con su esposa muerta, a hacerse cargo de su destino y de sus hijos, sin poder retomar su número como jinete, destinado a cuidar elefantes. Michel Keaton como un villano sin escrúpulos, unido otra veza Danny DeVito pero en esta ocasión en otro bando, la sofisticada Eva Green como la chica del villano que por una suerte de instinto materno se viste de heroína. Los elementos de sus héroes melancólicos y descastados están, pero pareciera que Tim Burton perdió su capacidad para hacerlos vibrar, para darles un alma torturada que nos conmueva. Queda entonces una obra visual realmente impactante, una historia que entretiene pero donde no late el pulso del genio que fue. Para los memoriosos del dibujo que fue tan famoso y que salvó económicamente al imperio Disney, hay algunas escenas que están prácticamente intactas, y otras que ya no están porque el tiempo marca otra ideología, el éxito es el reencuentro y el castigo borrar un entorno construido para el engaño. Destinada al éxito para un público familiar.


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