Después de su obra de teatro que tuvo la mejor recepción de la crítica, Azul Lombardía lleva al cine este encuentro entre dos mujeres de mundos distintos pero cercanos a pesar de las apariencias. Una ama de casa de clase media, funcionaria, que cumple con los ritos cotidianos de cocina, lavar y planchar mientras parlotea con sus amigas por teléfono. Una mujer separada, dueña de su tiempo, con fantasías eróticas, algunos negocitos paralelos. Hasta su casa llega una vecina que conoce, a quien condesciende dejarla pasar, una mujer de habla lenta por los fármacos, clase baja, muchos hijos. Y entre la charla de esas dos mujeres dos mundos que se acercan por el lenguaje, las creencias, la trivialidad, la estupidez, que luego dará paso a otras situaciones más tensas, crudas y genuinas. Una indagación de la autora sobre el mundo femenino y sus disfraces, con una agudeza y un poder de observación nada común. En su transcripción al cine ese origen teatral no molesta, lo que se dicen con la cámara como testigo es fuerte y potente y la resolución muy bien hecha. Dos actrices perfectas para los personajes; Maruja Bustamante y Mónica Raiola.