ROCKETMAN

La pregunta inevitable de mucha gente antes de ver la película es si se trata de otra “Bohemian Raphsody”. Otra biopic de alguien legendario de la música. Y las diferencias son muchas. Mientras que en aquella, lo mejor fue la recreación de los enormes recitales populares de la banda, la historia que se contaba no estaba a la altura legendaria de Queen. Y mientras el protagonista cantaba poco y se mimetizaba con Freddy Mercury, aquí ocurre todo lo contrario. Dejemos las comparaciones de lados. Aquí no se trata de un destino trágico, Elton John y su esposo supervisaron esta película pero tuvieron la inteligencia de no omitir los costados oscuros. Si, este film puede ser un compendio de lugares comunes, la estrella que finalmente se rehabilita y comete el “pecado”  de sobrevivir. Pero, aquí el tiempo, el protagonista, el director y el guionista se unieron de la mejor manera para gozar de un film que no necesita solo a fans de Elton John. Es más hasta pueden odiarlo y felizmente redescubrirlo.  El guionista Lee Hall ( que trabajo con Elton en la adaptación de “Billy Elliot”) toma el comienzo del tratamiento del cantante, cuando abandona el escenario  vestido de diablo y aterriza en una sesión de terapia, para ir y venir desde la infancia de Reginald Dwight hasta su consagración y sus excesos, y cerrar el círculo de su recuperación. Todo el tratamiento cinematográfico es un hallazgo, con escenas tan creativas como el encuentro en el fondo de una pileta en su intento de suicidio con el niño que fue con su pequeño piano, a su debut en Los Ángeles donde el naciente ídolo levita y hace levitar a su público, incluidos muchos famosos del momento. Riesgosas e impresionantes escenas, como el estilo de mostrar a su familia disfuncional, castrados en eso de demostrar afecto, hasta  las crueldades del protagonista para con los suyos. Y ese despliegue de vestuario cada vez más excéntrico para disfrazar al pequeño ser humano, talentoso, vulnerable, perdido. No faltan los excesos de drogas y alcohol. La relación de profunda amistad con su letrista  Bernie Tupin. La conflictiva relación de sexo y dinero con su mánager  John Reid. Y esas canciones que están siempre, no solo en el escenario. Capítulo aparte merecen el elenco. Taron Egerton pone el alma, la sangre, los huesos para este trabajo consagratorio, canta las canciones al estilo de Elton, emociona con su entrega. Algo similar ocurre con Jamie Bell (inolvidable Billie Elliot) Richard Madden, Bryce Dallas Howard (el mejor papel de su carrera) y siguen los nombres. No se pierda esta película


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