Descripta por el guionista y director Chris Butler como una “vuelta al mundo realizada por “El Gordo y El Flaco”, esta historia realizada con la técnica del stop-motion tiene un cierto encanto melancólico, esfuerzos de humor y una intensión de apuntalar el concepto de aceptación y solidaridad con el distinto. Un protagonista de la época victoriana empeñado en pertenecer y ser reconocido por una asociación de hombres de ciencia, especialmente su presidente, reacio a cualquier descubrimiento revolucionario sobre la evolución de las especies y cualquier encuentro con “eslabones perdidos” (el título original es “Missing Link). Ese hombre ansioso por pertenecer parte en busca de “Pie grande” que resulta un solitario gigante ansioso de encontrar pares para encajar en el mundo, y termina con el aditamento de una mujer emprendedora, que supo ser novia del Mr del titulo que impone su sentido común y su criterio. La aventura parte de EEUU hacia las montañas del Himalaya, tratando de descubrir los secretos de Shangri-la y los familiares del gigantón. Con un prodigio técnico que implicó réplicas de los muñecos en miniatura de 9 centímetros de alto, con armaduras diminutas para moverlos en un gran plano general, el trabajo total y minucioso con más de 110 sets, y 65 locaciones, con 64 bloques de hielo animados individualmente para los momentos “catástrofe” y 10 cámaras para captar cada reflejo de ese hielo. Todo un prodigio técnico. Y un film por momentos creativo y apabullante, con emociones bien dosificadas.