Una mirada reveladora del pasado, absolutamente ligada al presente, que se centra en datos reales, y en la historia de una traición, contada en dos tiempos que abarcan desde el fin del gobierno de Allende hasta hoy. El director Andres Wood (“Violeta se fue a los cielos”), junto a Pablo Larrain y Sebastián Lelio son los directores chilenos más sobresalientes, que indagan historias que nos hacen entender el hoy de un país tan cercano. Aquí toma la formación de un grupo de extrema derecha, que se identificaba con el logo de una araña geométrica, creado y financiado por poderosos opositores al gobierno de Allende, para desestabilizarlo y que fue disuelto con el golpe de Pinochet. Algunos integrantes se adaptaron a la nueva sociedad en situaciones de privilegio y poder empresario y otros quedaron resentidos porque tampoco están de acuerdo con el capitalismo extremo, que se opone a su nacionalismo extremo. En ese contexto, el guión de Guillermo Calderón y el director, se adentra en la conexión pasional de una mujer, seducida por la adrenalina de la acción en los año setenta, que sigue a su marido, y seduce a un nuevo integrante de la fuerza de origen plebeyo, pero igual de rebelde, en un triángulo de muerte, sangre y conveniencia. Esa fuerza integrada por hijos del poder, gente común y otra remunerada extiende sus tentáculos hasta un presente que permite muchas comprensiones actuales. Mercedes Moran brilla en una actuación excelente como la adulta mujer de un mundo corporativo que nada olvidó de ese pasado que regresa. María Valverde la encarna con igual fuerza en su juventud. Como un trhiller de los setenta para el pasado, la pasión transformada en conveniencia en el hoy, el film es conmovedor, apasionante y terrorífico.