Es la segunda parte de una comedia exitosa, una coproducción peruana-argentina, pero esta vez dirigida en solitario por Joanna Lombardi, que le imprime sello propio y crecimiento independiente a la película. Su protagonista es una mujer con un bloqueo creativo, que pensó haber tocado el éxito seguro y ahora se da cuenta de todos sus problemas, las pérdidas, la necesidad de independizarse de amores tóxicos y la angustia de un presente donde parece ahogada en sus propias excusas. Hay humor alocado y bien dosificado, pero también una mirada a ese mundo de la escritora frustrada, la mujer con problemas que dialoga con su padre muerto, y sus amigas que tienen sus propias necesidades y deseos. Un mundo femenino retratado bien por María José Osorio, que le permite a la realizadora crear esta comedia simpática, verdadera y entretenida.