Un chico especial, que precisamente toma lo que le ocurre de manera literal, siente que su padre lo domina, en un entorno de violencia y sospecha permanente por la muerte de su madre. Filmada en la selva misionera por Alberto Masliah, con un guión que escribió con Gabriel Diáz Córdoba, el entorno natural ejerce una atracción y una comunicación sin par con el adolescente rebelde. Se transforma en un cazador inigualable que domina las armas de fuego, caza animales de manera que no sufran, y tiene una puntería certera. En medio de un juego de poderes locales que tiene como epicentro a su padre, el se debate entre verdades reveladas, el instinto natural y una sed de venganza más fuerte que su pensamiento. Con utilización del color y el blanco y negro en función dramática y un muy buen trabajo de Franco Bereny