EL CIUDADANO ILUSTRE

Es una comedia inteligente con momentos absurdos y reideros de trazo grotesco y efectivo,  pero también  con reflexiones interesantes y una mirada hacia ciertas características de los argentinos, el amor-odio hacia los famosos, la eterna frustración, la destrucción del ídolo, el sometimiento, el patrioterismo. Que también resultan comunes rasgos humanos de cualquier geografía. Todo eso amalgamado tiene un resultado sólido, una mirada satírica y por momentos feroz de los estereotipos. Un espejo deformado donde mirarnos si nos atrevemos. Y un gran plus, el trabajo profundo, convincente de Oscar Martínez, para darle vida a un escritor consagrado, ganador del premio novel, que solo escribe sobre su pueblo natal, que viven en soledad y pasa por una crisis creativa paralizante que el trata de disimular como pueden. Y hacia el final, una sorpresa que permite la sonrisa y un discurso del laureado Mantovani muy punzante. El resultado es grato, convincente. El absurdo, el humor ramplón y la mirada sagaz., con momentos memorables. Dirigida por  Gastón Duprat y Mariano Cohn sobre un libro de Andrés Duprat.