Es la opera prima de Dan Gueller que también hizo el guión inspirado en la famosa novela de Dostoievsky, y que contó como pilares fundamentales a dos grandes actores: Alejandro Awada y Pablo Rago. El primero como un hombre vencido que “sirve” a un poderoso empresario, que llega a Mar del Plata con dinero a uno de sus nietos. El segundo, construido como un rufián que no se conforma con ser el heredero y se mete e con el narcotráfico. A partir de ahí, la trama gira sobre vueltas de tuerca, algunas exageradas y no bien resueltas, otras definitivamente bizarras, los efectivas para mostrar el vertiginoso cambio de mano de la fortuna, las traiciones, las historias de perdedores sin remedio. Con menos sucesos la historia hubiera ganado en efectividad, pero no obstante avanza y entretiene, mientras las crecen los personajes principales.
EL JUGADOR
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