Es una fabula, una sólida historia de amor, un alegato contra la discriminación de todo tipo, una lucha de los “distintos” contra el poder, la resistencia de los “nadies”, la simbología de una época de la guerra fría, donde el terror por los rusos de parte de los norteamericanos y viceversa, engendraba “monstruosas” acciones legales e ilegales. Pero todo eso no define ni por lejos la película dirigida, creada y producida por Guillermo del Toro, que escribió el guión con Vanessa Taylor ( “Game of Thrones”, “Divergente”). Un talentoso creador que nos regala una película inolvidable. El mismo señala entre sus preocupaciones “lograr que lo fantástico y lo cotidiano convivan como en los trabajos de Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Julio Cortazar y Horacio Quiroga”. Aquí muestra la vida de una mujer que perdió la voz por un hecho traumático, que comparte con su vecino ilustrador a punto de quedarse sin trabajo, discriminado por ser gay, la pasión por el cine en blanco y negro que ven en un televisor donde Shirley Temple aprende a bailar subiendo una escalera con Bill Robinson, o Carmen Miranda despliega su energía, por citar unos ejemplos. Y además viven arriba de un cine. Ella trabaja en un complejo científico militar hasta donde llega el mas valioso “activo“, un ser anfibio (primo lejano de “El monstruo de la laguna negra”) que es torturado por un sádico y violento villano, que quiere destruirlo por venganza, a pesar de que un científico con doble vida señala sus poderes increíbles de Dios de otra cultura.
Entre esa empleada muda y el monstruo nace un amor pleno, con sexo incluido como lo más natural del mundo. Y una decisión de hierro, salvarlo de los que quieren matarlo o robarlo, con la ayuda de su amiga y su vecino, “porque si no hacemos nada, nosotros somos nada”. En esa fábula las imágenes nos transportan con su romanticismo, con su fuerza y belleza, nos impresionan con las demostraciones violentas. Y los actores, brindan lo mejor de si, elegidos por del Toro desde el comienzo de su proyecto: Sally Hawkings, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Doug Jones. En este film tan valioso por lo que se ve y dice, tan bello, enmarcados por una fabula, el medio que según su director, “puede volver a unir a los humanos, divididos por la ideología”, el espectador encontrara un cine de calidad, conmovedor como pocos, encantador.
LA FORMA DEL AGUA
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