Pete Docter el mismo de “Intensa-mente” es el realizador de una película tan imperdible como esta que se mete con el “el mas allá”, “el gran antes”, lo que ocurre antes de nacer y después de la muerte, temas complejos si los hay, pero con lo festivo de una comedia de enredos que le aporta un tono encantador a preguntas existenciales. Un frustrado músico de jazz (digamos de paso que es la primera vez en que un afroamericano es protagonista en una película de Pixar) que ejerce como maestro de música en un colegio secundario, con alumnos que se aburren la mayoría de las veces, justo el día en que es aceptado en la banda de una gran música de jazz, su sueño de toda la vida, sufre un accidente. Mientras está en coma en un hospital, su alma va camino al más allá. Desesperada huye y llega hasta donde las entrenan para luego acompañar a los humanos. Suena complicado pero no lo es este film. Porque se encuentra con 22, un alma desencantada) y juntos volverán a la tierra, pero con 22 en el cuerpo del músico y este en un gato. Es una historia donde probablemente los más chicos queden afuera, aunque hay mucho de su lenguaje en el film. Los estilos de animación son espectaculares, con dibujos en dos dimensiones al estilo Picasso y recreaciones increíbles de zonas de fracasados o la bulliciosa Nueva York. Y ni hablar de la música, gran protagonista del film, de Trent Reznor y Atticus Ross, con el mejor jazz de Jon Batiste. Las voces están a cargo de Jamie Foxx, Tina Fey, acompañados por Angela Basset y un gran elenco. Verla es una fiesta.
DISPONIBLE EN DISNEY +