El realizador Francisco Márquez, el mismo de La larga noche de Francisco Sanctis, coguionista con Tomás Downey parte de una realidad que naturalizamos, que la policía mata casi todos los días a algún chico de situación vulnerable, y el impacto que produce en alguien involuntariamente protagonista del suceso. Una profesora universitaria, que vive sola con su hijo, de firmes convicciones, que tiene una relación de aparente amistad con la señora que se ocupa de los quehaceres domésticos de su casa, se enfrenta a una situación límite: Una noche el hijo de esa mujer golpea su puerta pidiendo ayuda desesperada, ella por miedo no le abre, al día siguiente el chico esta muerto. Un crimen común como reza el título que pone patas para arriba las certezas y la ideología de la protagonista, la discriminación, la incapacidad de brindar ayuda, el origen estigmatizado, la grieta insalvable. El film muestra, con la brillante actuación de Elisa Carricajo, como esa mujer pierde su eje y el film pasa a lo fantasmagórico y al terror para mostrarlo. Una gran realización, con lujos en todos los rubros técnicos, y el aporte de actores no profesionales.