La realidad como base, y el pulso de un director como Costra Gavras que a sus 96 vitales años adapta el libro autobiográfico de un joven ministro de economía y transforma ese material arduo, difícil, en una obra de suspenso, muy entretenida, informativa, con su visión política. Se trata nada menos que de la peor crisis que sufrió Grecia en el 2015, cuando fue electo como primer ministro Alexis Tsipras, con su país en la ruina financiera con una deuda de más de 300 mil millones de euros. Lo que se ve, recreado con grandes actores, todos con el nombre de pila de cada uno de los protagonistas reales, tiene un pulso electrizante. Un joven experto en finanzas, el ministro de economía, que quiere lograr rearmar a su país que se enfrenta a los verdaderos pesos pesados del poder: el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Las idas y venidas, los pre- acuerdos, las falsedades de promesas que no se cumplen y una burocracia que conoce perfectamente lo que quiere. Solo se trata no dar malos ejemplos para que en el futuro no se multipliquen los reclamos. No es una visión edulcorada de una realidad terrible producto de años de malas gestiones y mentiras. Es la tarea de un hombre empeñado frente a quienes prácticamente manejan las finanzas del mundo. Lo que ocurre a puertas cerradas y casi nunca se sabe públicamente, recreado con una tensión increíble.