La secuela de Adam Robitel de la película de acción de acertijos y trampas que, como alude el titulo oirignal, es un verdadero torneo de campeones, reunidos no tan al azar, pero con distintas motivaciones y angustias. La pareja protagónica esta formada por el regreso de Taylor Russsel, junto a su amigo Logan Miller, en realidad ella lo arrastra a él, porque está empeñada en demostrar que la organización Minos( si como el minotauro) es la que opera detrás de la tortura y muerte de muchos participantes. Todos los demás creen que se salieron del juego, menos Zoey que busca entrar para poner en evidencia a la mafia que tortura jóvenes. Subtes electrificados, sede de banco con seguridad de rayos laser, arenas movedizas, lluvia ácida son algunas de las linduras con las que debe lidiar el grupo, que en cada desafío casi siempre pierde a alguien. Cine de vértigo donde nadie explica la rapidez para resolver acertijos que dejaría a la mayoría paralizado. Aquí todos encuentran todo, menos el más lento o sacrificada. Entretenimiento sin mayor pretensión que provocar suspenso y adrenalina que se matiza con bolsa de pochoclos gigante. Vértigo, ritmo, compaginación bien hecha y buenos efectos especiales.