Esta es la película para los fanáticos de Foo Fighters y del terror slasher que desparrama sangre, vómitos, utiliza sierras, resortes, tijeras con el fin de despanzurrar a cuanto humano (incluido un mapache) se pueda destripar. La idea es utilizar el magnetismo de la banda, especialmente de Dave Grohl, para que en el mismo estudio donde terminaron su décimo álbum, Medicine at midnight, se diviertan con una de terror. El tema es que aunque los músicos sean talentosos y carismáticos no son actores y ya se sabe que hacer de sí mismos es una tarea difícil. Y hay momentos donde quedan expuestos. Pero para los amantes del terror, con sus lugares comunes, disfrutar de la música del grupo que es lo mejor, ver a Grohl endemoniado y caníbal terminando con cada integrantes de la banda, les puede resultar muy divertido, porque el terror triunfa aunque de risa, regodeándose en el lugar común y el exceso, de tiempo incluido. Que el estreno coincida con la presencia de la banda de culto en nuestro país le suma puntos.