El bueno de Gerard Butler sabe que lo suyo en ficciones de situaciones desesperadas funciona. Que sabe ponerle a sus personajes al límite una mezcla de maldad, determinación y acción unidas a una vulnerabilidad que le otorga un matiz de heroísmo que llega al público. Puede ser que intente salvar a la Casa Blanca, que busque a su esposa que desapareció de repente, o que como en este caso sea un piloto de avión. Uno ya sabe que va a tener problemas y vaya si los tiene: tormenta terrible, aterrizaje forzoso en el medio de la selva, ataque de comandos rebeldes armados para apropiarse del avión y posiblemente matar a todos, otro grupo armado que viene al rescate, en fin…..nada para aburrirse para los que aman las pelis de acción. Jean-Francois Richet aprovecha el guión de Charles Cummings y JP David, que tiene una buena estructura y lo adorna con escenas muy bien realizadas de peligro, una toma secuencia escalofriante de una pelea cuerpo a cuerpo, y enfrentamientos continuos. Eso hace que uno pase por alto lugares comunes de vestimentas y estereotipos de los rebeldes muy obvios, igual que algunos diálogos. Gerard Butler es uno de los productores y a su lado se luce Mike Colter y Yozon An.