En esta historia de “honor entre ladrones” están todos los ingredientes para gozar del espíritu lúdico del legendario juego de rol, con ese sabor de aventura que apreciaran las audiencias jóvenes y los niños, y los adultos que amen las aventuras pochocleras con mucha fantasía. Todo está puesto al servicio de un tono leve, con muchos efectos especiales y un elenco que se siente muy cómodo en ese tono descabellado y preocupado con buenas escenas de acción. Cris Pine como un asentado galán y líder de una banda que corre de un peligro al otro con buenas intenciones y resultados generalmente riesgosos y desastrosos. Lo acompaña una mujer guerrera, la eficaz Michelle Rodríguez, tienen al villano más seductor encarnado por Hugh Grant y un salvador que apreciaran las adolescentes que se enamoraron de él viendo “Bridgerton” Regé Jean Page. Monstruos, magos y besias no pueden con el encanto de estos protagonistas, especialmente Pine que en realidad es un juglar que no teme aparecer como un héroe temeroso, cuestionado y aporreado. Una diversión bien entendida y de aspecto lujoso.