Esta vez con la dirección de Nicolas Onetti en solitario con guión de Camilo Zaffora, la secuela de Los Olvidados recurre a otro cuento que termina mal dentro de las reglas de las “slashers movies” que cuentan con legión de adeptos. En el film un grupo de rock indie deambula por plazas poco atractivas en un micro vivienda que los acomoda a boliches de clima enrarecido. Y es Magui Bravi quien conquista a uno de ellos, despierta las iras de la novia de otro y finalmente los encamina al lugar en cuestión. Esas ruinas de Epecuén que permanecieron 25 años bajo el agua y que prestan un marco único y perfecto para el horror. Una familia que cuando van a comer con sus víctimas ya atrapadas, simula una disposición de “ultima cena” del terror. Con un jefe de familia violento y perverso que desata venganza, furores y abusos. Una estética de sufrimientos y carne mutilada con referencias a un vengador de Malvinas en una ensalada de muerte, torturas y golpes. Perversión y sangre, Una factura técnica muy profesional sobre tópicos muy conocidos del género. Con Mario Alarcón, Magui Bravi, Clara Kovacic, David Michigan, Agustín Olcese, Chucho Fernández entre otros