Esta vez Seth Rogen también se mete en la producción de una película de género y para bien. En esta realización inspirada en un cuento de Edgar Allan Poe que desarrolla una historia que no es original, pero que se basa en una premisa irrefutable: Nada será más terrorífico para un niño introvertido y que sufre bullying en el colegio, que comprobar que sus padres pueden ser monstruosos. Más aún cuando ellos deciden que ya no salga de su casa. En ese hogar lo suficientemente gótico y crujiente, el literal golpeteo del título vendrá desde atrás de las paredes. Cuando el chico, muy bien encarnado por Woody Norman, se asusta y recurre a sus padres estos aducen que los ruidos son propios de casas viejas y o de roedores que combatirán con venero que poseen en cantidad. Luego de los ruidos vendrá la voz y la información que acumula horror. Y aunque el final la péli se desbarranca con decisiones y vueltas de tuerca y apariciones de la entidad solo imaginada durante buena parte del film, hay que reconocer que los fanáticos del género la van a pasar muy bien.